sábado, 21 de noviembre de 2015

organización politica de los incas

Estado absolutista, despótico, teocrático, militarista y para algunos, esclavista. El Tawantinsuyu fue multinacional ya que estaba integrado por un conjunto de naciones sometidas al dominio de los incas, para poder controlar ese inmenso territorio, tuvieron una basta burocracia. 

  • El Sapac Inca (El Único Rey): Jefe absoluto. Reunía todos los poderes (político militar y religioso). Desde Pachacútec se les considera hijos del Sol (Intipchuri). Se sabe que existían dos Incas simultáneamente (gobierno paralelos). La panaca del SapaInca había formado se encargaba de cuidar y realizar el culto de su momia (mallqui) y administrar sus bienes (tierras, ganado, servicios, etc.).
  • El Auki: Es el nombre genérico como se le conocía a los hijos solteros del Sapa Inca, pero también se aplica de manera específica al “principe heredero”. Una vez elegido se familiarizaba con el cargo a través de co-gobierno y sólo asumía las funciones del Sapa Inca cuando su padre fallecía y tras oficiar un rito conocido como Copacocha.
  • El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial. Integrado por 16 funcionarios. Función: administrar los cuatro suyos (cuatro eran orejones del Cusco: Apukunas o Apu Suyus o Suyuyuc Apu; representaban al Inca en el gobierno de los suyos. Podían destituir al Sapainca por: ineficacia en el gobierno, falta de valor en la guerra e incapacidad mental. Podían elegir también al príncipe heredero. Supervisaban a los curacas). Los otros 12 representaban a los suyos: Apusqui Cunac y cumplían la labor de asesores. Además los Suyuyuc Apu tenían bajo su autoridad a los quipu camayoc. Cada suyu se encontraba dividido en demarcaciones básicas administrativas llamadas huamaníes. 
  • El Apunchic o Tocricoq: Eran los gobernantes de las ciudades (huamanis) mas importantes. Viajaban una vez al año al Cuzco a dar cuenta de sus actos al Sapainca y  también para participar en el Inti Raymi. Ellos tienen funciones políticas (Misión: garantizar que los curacas cumplan con las directivas de la política de Estado. Ejm.: enviar mano de obra para las tareas estatales o mita), pero sobre todo militares (estaba al mando de las tropas). Estaban supeditados directamente al Sapa Inca. Según Waldemar Espinoza eran como pequeños Incas de cada Huamani. 
  • El Tucuyricoq: Supervisor de la administración Imperial, espías (“ojos y oídos del Sápac Inca”). Cada año recorría las provincias. Se identifica con hilos de la Masca paycha. Recaudaba tributos y enviaba al Cuzco. Supervisaba al curaca. Tenía poder judicial (Taripa Camayoc) y realizaba casamientos de parejas (Warmicoco o casamentero). Aplicaba sanciones penales. Era, generalmente, el tío o hermano del Sapainca. Tenía lugartenientes o informantes cercanos llamados Michos (vigilaban principalmente la labor de los curacas).
  • El Curaca: Jefes de ayllus. Con el dominio inca pasaron a ser subordinados e intermediarios entre los Hatun Runas y el poder cusqueño (a través del Tucuyricoq). Algunas crónicas lo llaman Aylluca como el único y directo responsable del Ayllu ante el Sapa Inca. Se dice que alguno Yanaconas llegaron a ser Curacas y se cree que al igual que el SapaInca, eran dos los Curacas que se hacían cargo del Ayllu con responsabilidades distintas. Por ser una autoridad de origen Pre-tahuantinsuyano, el Inca no intervenía en su nombramiento y sucesión para no alterar la tradición Ayllal, salvo que, por excesos, el Inca desidía destituirlo, desterralo y reemplazarlo.
Funciones:
- Se encargaban principalmente de administrar los bienes y tierras comunales (Sapci).
-  Disponían de fuerza de trabajo para el estado.
-  Recaudaba tributos
-  Dirigían los cultos de la comunidad.
- Mantenían la unidad de la comunidad con sus respectivos sectores o “mitades”.
-  Presidían las fiestas y ceremonias; así como daban inicio al calendario agrícola en su localidad, etc.



martes, 10 de noviembre de 2015

organización social de los incas

La sociedad inca fue vertical o jerarquizada, es decir, estaba divida en clases sociales, desde la más alta hasta la más baja. Las personas se ubicaban en una clase social al nacer y no podían trasladarse a otra. Pero en la sociedad inca se reconocía el mérito de la persona, sea de la clase que fuera y el Estado Inca sabía recompensarlo otorgando beneficios y privilegios. 



La élite Inca

La clase social dominante estaban conformadas por la jerarquía social y pollitica y estas clases sociales eran: 

La nobleza de sangre (Panaca): Descendientes de los primeros incas que llegaron al Cusco y fundaron el Estado Inca. De esta nobleza salían los dos incas duales (el Sapainca y el Inca Sumo Sacerdote), los altos funcionarios, la clase sacerdotal y los militares de la plana alta. Estaba organizada en panacas o ayllus reales, que eran comunidades familiares cuyos miembros compartían un mismo linaje noble. Cada inca que ascendía al trono dejaba su panaca de origen y fundaba una nueva, a la cual se iban integrando todos sus descendientes. 
Las panacas debían conservar las momias del soberano fallecido del cual descendían, registrar y difundir su recuerdo y hazañas y administrar sus bienes. Tenían los más altos privilegios: estaban exentas del ayni, la minca y la mita; poseían muchas riquezas y atesoraban las mejores tierras; sus miembros se vestían con los atuendos más finos y gozaban de abundante servidumbre (yanacunas). Los nobles de las panacas guardaban la costumbre de ensancharse el lóbulo de las orejas usando aretes o pendientes como señal de distinción; esto les dio tal apariencia que los españoles los llamaron orejones. 

La nobleza de privilegio: Estos miembros no pertenecían a las panacas, sino de los pueblos que habían prestado importantes servicios al imperio, estableciendo alianzas defensivas con él, apoyándolo en sus guerras de conquista o colaborando en la realización de obras públicas. La nobleza de privilegio eran ayllus o señoríos de probada lealtad que los incas ennoblecieron como recompensa, otorgándoles el derecho de asumir cargos de confianza, con los consecuentes honores y privilegios de la nobleza cusqueña. 

La nobleza provinciana o territorial: Integradas por los reyes y curacas de las provincias conquistadas (incluyendo sus ayllus de origen), cuyos privilegios naturales los incas mantuvieron y respetaron a cambio de una total subordinación. Se pretendía mantenerlos complacidos, pero en muchos lugares estos nobles locales se sintieron rebajados en su poder real y degradados por la nobleza cusqueña (panacas), hecho que los llevó a provocar revueltas contra el imperio.

El pueblo 

Formado por la gran masa de población, agupadas en comunidades o ayllus, así como por individuos que vivían dispersos en poblados pequeños. Constituía la fuerza de trabajo, la energía motriz que echaba andar al economía del imperio. El pueblo se dividía en:

Los hatunrunas: Conformaba la población mayoritaria del imperio, tanto la de origen quechua como la que procedía de diferentes culturas conquistadas. Eran los agricultores, ganaderos, pescadores, artesanos  y demás trabajadores, de quienes el Estado Inca obtenía la fuerza laboral a través de la mita (los mitayos) para las diversas obras de interés estatal (fortalezas, caminos, puentes, andenerías, etc.), así como para conformar el personal de tropa del ejército (plana baja).
Los individuos pasaban a considerarse hatunrunas cuando contraían matrimonio y recibían su respectivo topo agrario. Las formas de trabajo colectiva (ayni, mita y minca), encuadradas bajo los principios de reciprocidad y redistribución, aseguraron la plena satisfacción de las necesidades materiales de los hatunrunas. 

Los mitimaes o mitmacunas: Eran hatunrunas que, por su fidelidad a los incas y estar asimilados a su cultura, fueron seleccionados como parte de un sistema para consolidar la conquista de territorios. Cuando una zona era muy rebelde, el imperio enviaba mitimaes con el fin de reprimir sublevaciones o, también, con la finalidad de fundar colonias quechuas, previo desalojo de los pobladores rebeldes, quienes eran llevados a las zonas centrales del imperio para estar rodeados de pueblos leales; los mitimaes no perdían los vínculos de reciprocidad con sus respectivos ayllus, recibiendo muchos privilegios y distinciones del Estado, Pero habían, asimismo, otros mitimaes totalmente opuestos, que eran trasladados a zonas hostiles y distantes, más bien, como castigo por su desobediencia. 

Los yanacunas o yanaconas: Conformaban la servidumbre del inca y de los personajes nobles, dedicados a las labores domésticas y hogareñas (lavandería, cocina, limpieza), o al apoyo de trabajo agrícola y ganadero. Estaban desvinculados de sus ayllus de origen, sujetos al soberano o noble a quien servían y de quien recibían vivienda, vestido y alimentación. Tenían la condición de siervos de por vida, la cual habían heredado de sus padres y que legaban a sus descendientes, configurando una clase cerrada que no podían mezclarse con otras. 
Los yanacunas no eran esclavos, pues no se les vendía ni trataba inhumanamente; podían disponer de ciertos bienes y, algunos, disfrutar de un alto nivel de vida (sobre todo los del Sapainca que, inclusive, podían ser designados curacas en ciertas zonas rebeldes). Se afirma que habían llegado a esa situación debido a su condición de prisioneros de guerra a quienes se les había perdonado la vida. 

Las acllas: Eran mujeres recluidas en el acllawasi, en este sitio se les enseñaba a tejer ropa para la nobleza y el ejército, así como la preparación de la comida y la chicha para las solemnidades, también entonaban cánticos con fines ceremoniales, todas ellas estaban instruidas por la mamacona. tenían diferentes funciones, como ser entregadas como esposas a los nobles, funcionarios y panacas; en algunos casos quedaban como mamaconas. 

Los pinacunas o pinas: Esta clase social surgió en las últimas décadas del imperio inca, estaba conformado por los prisioneros de guerra que se resistían a reconocer su derrota y no aceptaban la autoridad del inca. Fue una esclavitud individualizada y a perpetuidad.
Generalmente estos grupos eran trasladados a la selva alta, para dedicarse toda su vida a la producción de la coca a favor del Estado. Vivían en chozas en condiciones inhumanas. 

Mitawarmis: Eran mujeres de los pueblos sometidos a quienes el Estado Inca obligaba a realizar funciones parecidas a la prostitución. Esto con el objetivo que los solteros no alteren el orden social con violaciones o desear a mujeres ajenas. 

La panaca o nobleza de sangre

La élite de las clases sociales dominantes estaban conformadas por ayllus de lenguaje imperial. En la lengua puquina estos ayllus eran llamados panaca (que quiere decir hermana).
Como residían en el Cusco, sus integrantes se llamaban así mismos cuscoruna. El territorio de su residencia era el Incasuyu.
Los ayllus de casta imperial (nobleza de sangre) conservaban intacto sus lazos consanguíneos, a diferencia del resto de ayllus del Tawantinsuyu. Así resguardaban mejor para su grupo, los privilegios imperiales de tipo económico, político y social. 

Se distinguían de los demás por tener las orejas horadadas y grandes, siendo motejado como orejones por los españoles que llegaron al Cusco.
También tenían la cabeza casi rapada, especialmente los del linaje inca. 
Como altos funcionarios del Estado Inca, los orejones gozaban de muchos privilegios, como el de ser conducidos en hamacas, poseer tierras en propiedad, tener yanacunas a su servicio, tener más de una esposa, etc. No sabían tejer ni hilar, no preparaban sus alimentos; otros lo hacían por ellos. Si eran jueces de alto rango, no hacían ejecutar las sentencias; esta última tarea era encomendada a incas nobles de menor jerarquía como la nobleza de privilegio. 

Desde muy joven la nobleza cusqueña o panaca era preparada exclusivamente para mandar a los demás. Uno de sus miembros era designado inca o gobernante supremo del imperio (que era el primero entre sus iguales). Solo ellos conformaban el concejo imperial, la alta jerarquía militar, la máxima jerarquía sacerdotal y la alta burocracia administrativa del imperio inca.


martes, 3 de noviembre de 2015

clases de puentes incas

La geografía andina hizo indispensable el uso de puentes. Hubo por lo menos tres clases de puentes:

Puentes fijos: Se hacían para cruzar ríos pequeños y quebradas cortas, estaban construidas con cantera de piedra o de troncos de madera.

Puentes colgantes: Eran hechas de sogas trenzadas usando muchos mimbres, cuyo peso hacían que se arquearan; sus extremos eran fijados en los dos lados de la orilla de los ríos. Se hacían siempre dos puentes colgantes juntos; mientras uno de ellos se utilizaba el otro se construía, a veces demorando meses en ser terminado. 

Puentes flotantes: Se hacían con totora, especialmente en los ríos vertientes del Titicaca (el del río desaguadero fue el más famoso).




caminos del inca

Los distintos que habitaban el inmenso Tawantinsuyu estuvieron vinculados por una red extraordinaria de caminos, que se hicieron venciendo obstáculos de la abrupta geografía andina.
En tiempos de Huayna Cápac se construyeron muchos caminos y se mejoraron además lo ya existentes. Se llamaban caminos del inca o cápac ñan; llegaron a sumar de 16 mil a 30 mil kilómetros en todo el territorio imperial.
Los caminos surcaban valles y quebradas, especialmente iban por la cima de las cadenas montañosas; cruzaban ríos y pantanos y también por las zonas desérticas de la costa. 
Los pueblos de cada región estaban a cargo de su permanente conservación. Los españoles quedaron profundamente admirados al ver la extraordinaria red de estos caminos incaicos, bien construidos y magníficamente conservados. 
los caminos del inca partían desde el Cusco hacia los cuatro suyus (suyos). Cada uno de estos caminos se ramificaban a su vez en diferentes sitios, llegando inclusive a la costa. Las cuatro vías de la red troncal de caminos eran:

El camino del Chinchaysuyu: Era el principal, desde el Cusco se dirigía por Andahuaylas, Jauja, Huánuco Viejo, Huari, Cajamarca y Ayabaca; seguía por Loja (Ecuador), Tumipampa y Quito, hasta Pasto (Colombia).

El camino del Collasuyu:  Pasaba por Urcos, Tinta, Sicuani y Ayaviri (bifurcándose de aquí por dos ramales; Chucuito y Omasuyu, siguiendo ambas orillas del lago Titicaca, hasta Calamarca, donde empalmaban); luego seguía por Pacuari, Caracollo, Chuquisaca, Cotagaita, La Quiaca, Jujuy, Tucumán (oeste), Uspallata (sur-oeste de Mendoza), desviándose a Santiago (Chile) y terminaba al norte del río bio-bio. 

El camino del Antisuyu: De este camino poco se conoce. Iba por el valle del Urubamba hasta la selva cercana al río Paucartambo, y quizás más al interior. 

El camino del Contisuyu: Unía el Cusco con Chincha (Ica), pasando por Limatambo y Huaytará. 

Los caminos incas fueron muy importantes, porque servían principalmente para movilizar, con rapidez el ejército incaico. Por eso, se designaba a un funcionario llamado Hatu Ñan Camáyoq o Cápac Ñan Tocrico, que velaba por su conservación. 
los ayllus tenían la obligación de construir caminos y de mantenerlos en buen estado y conservación mediante el trabajo de la mita.
Por los caminos se movilizaban los hombres a pie y también los camélidos (llamas) de carga; tenía un ancho que variaba de los dos hasta los 8 metros.


Ubicacion geografica de los olmecas

Fueron uno de los primeros pueblos en llevar la cultura a la meseta mexicana. Esta cultura se desarrolló en los estados de Veracruz y Tabasco, al sur y en la costa del golfo de México. Sus principales centros ceremoniales se desarrollaron en Monte Albán y Mixtla.
Su existencia en el tiempo se señala aproximadamente entre los años de 1200 al 200 a.n.e.
Olmeca, en idioma nahua quiere decir "gente del país del hule". Fue una sociedad no igualitaria y compleja, fundamentada en la tributación del trabajo y bienes. 
Los tres principales centros olmecas fueron San Lorenzo, ubicado en Río Chiquito en el sur de Veracruz; La Venta, situado en una isla en el río Tonalá, en el oeste de Tabasco; y Tres Zapotes al pie occidental de las montañas de Tuxtla en Veracruz.
Los artefactos se asemejan a las cerámicas olmecas y esculturas se han encontrado en muchas otras regiones de México, sobre todo en los estados mexicanos de hoy en día de Oaxaca, Morelos, Guerrero y el Distrito Federal, lo que significa que los olmecas comercializaban y tenían un alto grado de influencia sobre las personas en estas regiones altas.




organización política de la cultura olmeca

En el aspecto político fue una cultura teocrática, gobernada por una casta sacerdotal poderosa en la que la élite gobernante estuvo vinculada a deidades asociadas al agua y la agricultura. 
El cultivo exitoso de los olmecas hizo que se estableciera un gobierno dirigido por una élite gobernante. En épocas anteriores, pequeños grupos de varias familias habían poseído y cultivado las tierras y compartían comunitariamente el trabajo y sus beneficios lo disfrutaba toda la población más o menos igual en el proceso. Sin embargo unas pocas familias obtuvieron el control de las mejores tierras de cultivo, se convirtieron en ricos y fueron capaces de gobernar sobre los demás.


De esta clase de familias que habían ganado el control a través de la posesión de las mejores tierras, del grupo de gobernantes surgieron los sacerdotes.  De hecho, los gobernantes y sacerdotes eran a menudo lo mismo; había poca diferencia entre la ley religiosa y cívica en la sociedad olmeca. A medida que el poder se concentró, la sociedad olmeca cayó bajo el dominio de los reyes- chamanes, o reyes-sacerdotes, que también eran probablemente miembros de las poderosas familias gobernantes extendidas que poseían las mejores tierras y la mayor parte de la riqueza de la zona. Se cree que estos  reyes- chamanes tenían poderes divinos. El sistema religioso complejo de los olmecas que desarrollaron en sus primeros años, sirvió para justificar las normas o leyes absolutas de estos reyes-chamanes sobre sus pueblos mediante la representación de su autoridad como algo ordenado por los dioses.
Las grandes ciudades de los olmecas alojan a la élite, pero no a los trabajadores. Ellos sirvieron como centros ceremoniales con templos religiosos y palacios y tenía áreas separadas para el comercio. La gente común vivía separado de los centros ceremoniales en zonas de los alrededores y se ganaban la vida como agricultores. Ellos proporcionaron mano de obra para los centros ceremoniales, así como los alimentos y los bienes de la élite gobernante. Los agricultores se reunieron periódicamente en los centros ceremoniales para celebraciones religiosas o gubernamentales.
Los agricultores pertenecían a las clases más bajas de la estructura de clases de nueva formación. Hubo una tremenda brecha entre su condición y la de las clases altas que es evidente en la diferencia entre los enterramientos lujosos de los entierros de la élite y humildes agricultores olmecas.

 

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